Editorial


Hans T Sternudd




Dentro del marco conceptual de la performance se encuentra un enorme y amorfo campo que no permite el desarrollo de una descripción completa en 50 o 60 páginas. Por eso la ambición de este número ha sido la de tratar artistas que no han sido expuestos con frecuencia y sucesos que por lo general han quedado al margen de las categorías tradicionales. Consecuentemente, determinados artistas y grupos de importancia no han sido casi nombrados. La elección ha sido dirigida por las preferencias personales del director invitado.

La performance implica expresiones donde algo se presenta o se realiza. Las actividades que son tratadas en este número, son, por lo general, ejemplos de escenificaciones reales y se diferencian por eso de las expresiones ilusorias de la misma manera que un readymade se diferencia de una repre-sentación. En estas obras, el mundo o la realidad no se recrean, sino que se crean nuevos mundos. En el primer artículo se describe el carácter particular de estas expresiones y se propone que se las incluya bajo el término de acción o arte de la acción. La acción se caracteriza por la realización de hechos reales, o como Kent Tankred lo expresa en una entrevista para la revista Atlante (9/1997 p. 43): «Intentamos ser auténticos, es decir, ser lo que hacemos y no representarlo.» Es necesario aclarar que los autores de los artículos no usan una terminología homogénea y que no se había hecho ningún intento por parte de la redacción de la revista de obtener un consenso en torno a términos y conceptos.

Muchos artistas se mueven hoy libremente entre distintos tipos de expresiones, distintos medios y categorizaciones. El grupo FA+, que fue presentado en el número anterior de Heterogénesis y Guds söner, del cual forma parte el antes nombrado Kent Tankred, son ejemplos de tales artistas. La ruptura de límites no es sin embargo un fenómeno nuevo. Desde los artistas del Renacimiento hasta los de hoy se han servido de expresiones multimediales e intermediales. Por esto mismo llama la atención el no poder encontrar trabajos de investigación sobre la ruptura de límites o que los trabajos interartísticos aún sean vistos como algo nuevo. Un ejemplo de cuán fructífero y necesario es el trabajo en conjunto por sobre los límites facultativos, es la interpretación de la película de Viking Eggeling Diagonalsymfonin del musicólogo Bengt Edlund. La composición abstracta de imágenes de Eggeling deviene en una interpretación veraz sólo cuando es vista como una sonata; es decir, la película es analizada con la ayuda de modelos extraídos de un campo ajeno al de la estricta ciencia cinematográfica (ver Viking Eggeling Diagonalsymfonin: spjutspets i återvändsgränd. Interpretación de Gösta Werner y Bengt Edlund, Lund: Novapress 1997). La comprensión de artistas como Mike Kelly, Laurie Andersen, Nam June Paik y Hermann Nitsch, exige de la misma manera que Eggeling, estudios interartísticos. Es de esperar que el hecho de haber juntado las instituciones de música y arte en Lund sea un paso en esta dirección.

Cuando el conjunto alemán de rock Faust durante los años ¹70 tocaba sobre bloques de asfalto con taladros de aire comprimido o cuando The Who rompía guitarras y baterías como el punto de éxtasis en sus actuaciones, se puede palpar el mismo espíritu que le daba el sello al grupo Fluxus, al Wiener Gruppe y a la práctica de teatro instrumental de los años ¹60. Quizá una explicación a los excesos escénicos del grupo The Who, se encuentre en que el entonces guitarrista Pete Townshend estudió en Leeds Collage of Art al mismo tiempo que el integrante de Fluxus Robin Page, impartía clases en diversas escuelas de arte inglesas. Una de las obras más conocidas de Page consistió en una caminata desde la sala de conciertos, alrededor de la manzana, dando puntapiés a una guitarra delante suyo. El pasado artístico de John Lennon y su casamiento con la artista fluxus Yoko Ono, refuerzan aún más la fuerte relación entre el arte y la música. Una ilustración de la familiaridad entre las acciones en las escenas de la música y la del arte, puede observarse en la carátula del CD Anti Body del grupo death-metal austríaco Fetish 69. En ésta, se reunen imágenes autodestructivas del accionista austríaco Günter Brus de los años 60, con imágenes actuales corpóreodestructivas del mismo grupo. El artículo de Per Thörn es una introducción a las acciones y expresiones parecidas en el escenario musical radical.

Lygia Clark une en su obra elementos y discursos tomados de muy diversos campos: el arte se auna con la religión y la psicología. Otras dos artistas latinoamericanas que hemos destacado en esta oportunidad son Ana Mendieta y Tanya Bruguera, cuyas obras muchas veces han representado la represión en diversas formas por medio de su propio cuerpo. En su artículo, Måns Holst-Ekström se refiere a acciones recogidas del «mundo del arte», específicamente del festival de performance Body Act que tuvo lugar en Malmö durante el otoño de 1998. Durante este festival, el público pudo apreciar el escenario multifacético del arte de la performance de hoy.

Mi propio artículo Acción - el desarollo del acto finaliza con la constatación de que el lenguage es insuficiente para impartir o crear conocimiento más allá del horizonte limitado de la construcción de signos. La bailarina butoh Sussana Åkerlund nos presenta un trabajo que opera a otro nivel que el tradicional y creador de significados. Quisiera entender esto como que su baile es uno de los caminos del acto, un camino que continúa allí donde el lenguaje se detiene.

Con un agradecimiento a quienes han aportado con textos y material a este número, a Ximena Narea y la redacción de Heterogénesis que me han otorgado el privilegio de trabajar como director invitado, quisiera culminar esta introducción. Toda reacción o punto de vista sobre el contenido serán recibidos con alegría y conducta crítica.

(Traducción: Miguel Gabard)


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