Heterogénesis - Revista de artes visuales - Enero 2003

 

Definición oficial de "terrorismo" de la CIA, según título 22 of the US Code, Section 2656f(d). Fuente: www.cia.gov/

- The term “terrorism” means premeditated, politically motivated violence perpetrated against noncombatant targets by subnational groups or clandestine agents, usually intended to influence an audience.
-The term “international terrorism” means terrorism involving the territory or the citizens of more than one country.
- The term “terrorist group” means any group that practices, or has significant subgroups that practice, international terrorism.

Este número de Heterogénesis tiene su punto de partida en el tema terrorismo cultural(1). El objetivo es hacer un bosquejo de esta área y plantear algunos puntos de vista sobre el tema, tarea que no ha sido fácil. Una razón es que un número temático en su forma es un intento de dar espacio a algo que justo en este caso trata de romper con las concesiones conceptuales establecidas. La revista también se publica en conexión con la exposición Terrorismo Cultural que está curada por el suscrito. La exposición tendrá lugar en la Galería Comunal de Arte Valfisken de Casa de la Cultura de Simrishamn entre el 22 de febrero y el 29 de marzo de este año. Los artistas participantes en la exposición son algunos de los artistas que se tratan en este número: Conny Blom, Anna Brag, Heath Bunting y Minerva Cuevas.

El terrorismo cultural se puede ver como una posible manera de trabajo de los artistas que quieren enfocar su obra en su época contemporánea y confrontarla. Una perspectiva del terrorismo cultural es describirlo como una lucha sobre el derecho de interpretación de la realidad social. En mi opinión, el terrorismo cultural se puede analizar, en parte, a la luz del nuevo activismo político(2) que se ha desarrollado desde mediados de los 90, esto debido a que muchas veces tienen los mismos objetivos y desde luego se pueden establecer paralelos cuando se trata de la elección de métodos activistas. El nuevo activismo político lucha en gran parte por una arena política nueva donde la discusión política pueda tener lugar. Por su lado, el poder político establecido quiere mantener su arena donde se ha adjudicado el derecho a las interpretaciones.

La creciente atención sobre el terrorismo los últimos años ha creado una retórica en torno al concepto terrorismo. La amenaza del terrorismo se ha empezado a usar como una excusa o una coartada por una serie de estados y autoridades para llevar a cabo acciones que de otra forma no serían posibles, desde el deseo del FBI de exigir información sobre qué libros pide la gente en las bibliotecas (algo que ha sido rechazado por una corte estadounidense) hasta la actuación de Israel en el territorio palestino. Una explicación probable de esta posición retórica es que el terrorismo se ha convertido en objeto interesante para los medios de comunicación – el terrorismo vende y produce buenas imágenes: fuego y humo, explosiones, sentimientos, llantos, devastación etc. Este aspecto medial es una circunstancia que los terroristas muchas veces han utilizado. La lucha sobre quién es terrorista también tiene lugar en gran parte en los medios de comunicación. La dimensión medial del terrorismo es quizás la explicación por la cual el CIA ha diseñado su propio “terrorist buster – logo” que se puede bajar del propio sitio web de la CIA. (ver imagen). Se trata de un logo que alude a la película estadounidense Ghostbusters; cabe preguntarse si puede haber mayor autoironía que relacionar a la CIA con una comedia de acción de los años 80 o si ven su actividad como una búsqueda de, justamente, fantasmas.
Una consecuencia del uso retórico del concepto de terrorismo en los medios de comunicación ha sido que algunos han tratado de comprometer al nuevo movimiento activista con el terrorismo ya que se lo acusa de alimentar terroristas. Muchos han tratado de clasificar las tiradas de piedras en las calles como únicamente una diferencia de grado del terrorismo. Y evidentemente se puede encontrar a los tiradores de piedras bajo la definicion de terrorismo de la CIA (ver definición al lado) si se usa retóricamente. Tirar piedras en la calle es una actividad física llevada a cabo por propósitos políticos destinados a influir grupos más grandes. Los tiradores de piedras callejeros a menudo actúan en grupo y pueden tener distintas nacionalidades. Relacionar o igualar estas agrupaciones con el terrorismo es, en realidad, un intento para evitar que la discusión política que tiene lugar dentro del nuevo activismo político encuentre apoyo en el público en general. No obstante, haciendo uso retórico de la definición de la CIA también se pueden describir las acciones militares de los EE.UU en el territorio de Afganistán en el otoño de 2002. Se trataba de acciones físicamente violentas, con apoyo internacional, que recayeron sobre muchos civiles. La actuación tenía un propósito político y pretendía influir a un grupo más grande de personas.

El uso retórico del concepto terrorismo, paradojalmente, parece haber aumentado después del 11 de septiembre de 2001. La mayoría probablemente está de acuerdo en que los aviones que volaron contra el WTC corresponden a una idea generalizada sobre qué constituye el terrorismo. Un acto de terrorismo tiene un rasgo de violencia física incalculable que se usa en contra de objetivos no militares o civiles, en el sentido de inocentes. Los objetivos pueden ser materiales o pueden dirigirse a personas. La acción debe ser políticamente motivada aunque a menudo se trata de motivos oscuros y el propósito de la acción es influir en grupos más grandes de la sociedad y/o en las instituciones de la sociedad. Como método, el terrorismo implica que con pocos medios y con recursos organizativos limitados se pueden llevar a cabo acciones dirigidas a distintos objetivos de la sociedad. Para la sociedad la lucha contra el terrorismo absorbe muchos recursos porque hay muchos objetivos potenciales; todo no se puede proteger sencillamente. Si el terrorismo es un método efectivo para obtener propósitos específicos es algo discutible. Pero para los que practican el terrorismo el efecto psicológico es con frecuencia lo central; el efecto psicológico crea inseguridad en el individuo y en la sociedad. Qué es terrorismo, una acción terrorista y un terrorista es en cierta medida una cuestión de definición de quien posee el derecho de interpretación. La mayoría de los terroristas muchas veces se ven a sí mismos como otra cosa: liberadores o víctimas.

El que practica el terrorismo cultural a menudo juega con el uso retórico del concepto de terrorismo y se inviste el papel de terrorista para dar luz a la retorica en sí misma y realizar un activismo político. En el artículo siguiente trato de hacer un bosquejo del terrorismo cultural y de lo que puede ser. Un punto de partida claro ha sido Heath Bunting y su trabajo. No trato al terrorismo cultural como un movimiento sino como una posible estrategia artística y doy algunos ejemplos de distintas maneras de trabjar y dentro de qué áreas actúan. Presento algunos rasgos en común y ejemplifico con algunas obras y artistas. Ademas de Heath Bunting se nombra irational, BIT (Bureau of Inverse Technology) y The Atlas Group etc. Un tema que no se toca en el artículo es el interés del terrorismo cultural acerca de la copia y divulgación. Este tema, que tiene su origen en cuestiones que tienen que ver con patentes y derecho inmaterial, es tratado en el articulo “Copy-Writer”; en el que Conny B. Entrevista a C. Blom. Luego el artista Stephen Morton trata la obra Gift de Ali Hasan-Khan y Max Liljefors escribe sobre el video de Anna Brag Ninguna persona...una isla. En mi opinión se pueden establecer paralelos entre el terrorismo cultural y estrategias avanzadas de algunas marcas, tema que será tratado en otro número de la revista.


Martin Schibli
Director invitado

(Traducción: Lorena Acevedo)

 

1 Hay otros usos del concepto de terrorismo cultural. Por ejemplo, Thomas Hylland Eriksen escribió el interesante panfleto Kulturterro-rismen; en uppgörelse med tanken om kulturell enhet (El Terrorismo Cultural; un acuerdo con la idea de la unidad cultural) Editorial Nya Doxa 1999. En el libro, el autor dirige su crítica hacia hacer la cultura estática y un instrumento para la política. El terrorismo cultural consiste en que la cultura se ve como un objeto y es impuesta al individuo, lo cual lleva a confrontaciones.

2 Considero que el nuevo activismo político no es un movimiento uniforme; lo veo más bien como un término que reúne a una serie de grupos y movimientos, que a menudo tienen opiniones opuestas; son grupos como el movimiento que tiene una posición crítica hacia la globalización, los movimientos de protección al medio ambiente, organizaciones de voluntarios etc. Son movimientos que se han manifestado, por ejemplo, en Seattle, Gotemburgo y Génova. Un aspecto en común es que quieren cambiar la arena política que implica que la estructura política que ahora está establecida ya no lleva la delantera en el debate.

 

 

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