TRES

La fórmula del arte contemporáneo costarricense

TRES

Tahituey Ribot Pérez*



Mario Maffioli Reyes:
Di Walk
Instalación, 2000



Victoria Cabezas Green:
La historia oficial.
Ensamble, 2000






Rafael (Felo) García):
Vida-Amor
1972



Virginia Pérez Rattón:
Juego de muda incompleto
Instalación, 1999-2000



Rocío Con Hong:
Sin título
2000



Nadia Mendoza Aguilar:
Mi linda Lonor
Impresión sobre vinilio, 2000

Sin límites de dimensiones, técnicas, materiales o temas, la muestra EX3 (Explorar + Explotar + Expresar), mostró al público la esencia en la creatividad de 35 artistas costarricenses contemporáneos, los cuales transitan entre las categorías de innovadores, consolidados y emergentes. La Exposición fue exhibida en las cuatro salas del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) de San José, uno de los más importantes Centros de Cultura de Costa Rica.

El arte contemporáneo mantiene una tendencia a reflexionar sobre sí mismo. Este reconocimiento, es ante todo para el artista, un acto de identidad; una identidad del ser a partir de la cual se empieza a cuestionar otras identidades; ser de aquí o de allá, ser un artista de fin de siglo o concretamente ser un artista contemporáneo.

En EX3 los 35 artistas invitados reflexionan, buscan su esencia y en ocasiones se convierten en el tema para su propio arte. Nuestro objetivo fue uno: convocamos a mentes abiertas, mentes dispuestas a expresarse con absoluta libertad. Para fomentar esa libertad de expresión a través del arte, los criterios para la selección de las 72 obras participantes, fueron muy abiertos, considerando esta Mega exposición como una Minibienal de arte contemporáneo. EX3 fue una oportunidad para analizar en forma general, la reacción de los artistas que exploran nuevos caminos de expresión, ante la posibilidad de crear con absoluta libertad.

Para efectos de organización los artistas fueron clasificados en tres grupos. El primero, el de los innovadores; es decir, aquellos artistas que marcaron un precedente en la historia del arte costarricense, con obras que significaron en su tiempo una ruptura tanto técnica como conceptual. Artistas como Lola Fernández, Manuel de la Cruz González, Rafael (Felo) García, César Valverde, Juan Luis Rodríguez Sibaja, Juan Manuel Sánchez y José Miguel Rojas, sacudieron con sus innovaciones artísticas el pa-norama pictórico de mediados del siglo XX, que en Costa Rica estaba muerto, absorbido por el academicismo preponderante en la época.

Las obras seleccionadas de este grupo de artistas al que también pertenecen Fabio Herrera, Rafael Ottón Solís y Roberto Lizano no son necesariamente las más representativas de su producción, pero sí aquellas que denotan un paso adelante en la creatividad y propuestas nuevas. Como ejemplo sobresale la escultura Moisés, talla directa en granito hecha por Juan Manuel Sánchez en 1934, la cual asombra por su capacidad de síntesis de una idea. También cabe destacar los relieves en madera de César Valverde, la abstracción minimalista en laca de Manuel de la Cruz González, y la Puerta de Fabio Herrera.

EX3 fue una muestra más proyectiva que retrospectiva porque propuso una visión distinta del arte con miras a un nuevo milenio y, por consiguiente, un nuevo contexto social.

Un segundo grupo clasificatorio lo conforman los artistas consolidados dentro del panorama plástico contemporáneo costarricense. Artistas como Pedro Arrieta, Jorge Albán, Victoria Cabezas, Sila Chanto, Marisel Jiménez, Carlos Jinesta, Mario Maffiolli, Priscilla Monge, Joaquín Rodríguez del Paso, Virginia Pérez-Rattón, Karla Solano, Cecilia Paredes, Cinthya Soto, Jaime David Tischler, Alejandro "Tarzán" Villalobos y Manuel Zumbado, manifiestan sus inquietudes artísticas con diversidad de técnicas y lenguajes pero con una necesidad común de constante búsqueda de experimentación.

Muchos de ellos tienen más de 20 años de estar produciendo, pero cada obra suya es un derroche creativo y siempre están buscando formas alternativas de expresarse con respecto a su realidad, son los casos específicos de Fabio Herrera, Roberto Lizano y Rafael Ottón Solís, que también comparten sus nuevas creaciones con este grupo de artistas.

Las obras más nuevas que se refieren a un concepto de realidad acrecentadamente influenciadas por los medios electrónicos de comunicación, la conforman el último grupo de artistas, que no por ello es menos importante, el de los artistas emergentes. Se trata de un grupo de jóvenes creadores que aprovechan todos los materiales y recursos tecnológicos a su alcance, para iniciar un proceso de consolidación artística.

Artistas como Andrés Carranza, Rocío Con, Marco Guevara, José Alberto Hernández, Federico Herrero, Lucía Madriz, Nadia Mendoza y Guillermo Tovar son ejemplos de un grupo de inquietos artistas con propuestas frescas y variadas. Es así como Herrero intervino uno de los sanitarios del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes y la Mendoza nos presenta una visión irónica de la sociedad iconoclasta y consumista.

El diseño museográfico de EX3 implicó un gran reto, pues debido a la variedad de obras y sus características fue difícil acomodarlas en los espacios de las cuatro salas del MADC, de esta manera fue respetado cada uno de los espacios que se le otorgó a los artistas, permitiendo que cada obra respirara por sí, que su ubicación fuera armónica y no sobre-saliera del resto de las demás creaciones que se encontraban en las salas.

Es indudable que el arte en nuestro contexto latinoamericano, recobra una función cada vez más crítica y se interesa en los significados. En EX3, la teoría ocupa un lugar privilegiado y las investigaciones artísticas rescatan la importancia de la recepción por parte de los espectadores de la función del artista y la reflexión histórico-crítica. Una muestra como ésta es una señal positiva de que el arte costarricense no se ha estancado. Por una parte, las nuevas tecnologías y las facilidades que dan los medios de comunicación, permiten a los artistas estar bien informados de lo que pasa en el resto del mundo e indagar cuáles son las tendencias artísticas en boga. Por otro lado, y un punto muy importante, el artista costarricense evita caer en moldes preestablecidos por la moda o dictados por el mercado y expresa su sentir de la manera más independientemente posible. El Arte Costarricense de Fin de Milenio contempla características muy similares al de otros países, aunque sus obras son más intimistas y esto las caracteriza del resto.

Costa Rica es un país privilegiado con respecto al resto de las naciones centroamericanas, pues cuenta con espacios para mostrar al gran público el arte contemporáneo. Aquí se educa a los espectadores, se les ayuda a abrir sus mentes para que tengan un panorama más amplio de lo que son las artes en ge-neral, todo esto sin imponer criterios; son simplemente opciones para incentivar la curiosidad y fomentar de forma más fluida la relación público - arte contemporáneo.


* Tahituey Ribot Pérez es curador Jefe del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo





Box 760, 220 07 Lund - SWEDEN
Tel/Fax: +46 (46) 15 93 07
E-mail: heterogenesis@heterogenesis.com