Festival de performances de Odense

A la sombra del terror



Hans T Sternudd*

Eva Maria Larsson:
The Subtle Body



Hay momentos que nos quedan grabados en la conciencia para siempre. La sociedad de la informática nos amplía el horizonte y las imágenes del Parlamento chileno en llamas, el bombardeo con napalm y las ejecuciones sumarias en el Vietnam toman lugar en nuestra memoria. A éstas se suman ahora las imágenes del World Trade Centre que vemos una y otra vez en la CNN, buscamos secuencias en Internet y apretamos insitentemente el botón de repeat, como si nunca tuviéramos bastante. Interminables explosiones llenas de belleza y muerte; las hemos visto muchas veces con anterioridad en Die Hard 1, 2 o 3 (pero, ¿dónde está Bruce Willis en el momento en que más se le necesita?). Igual como el rompeolas en los rápidos de un río, se divide el tiempo en un antes y después. Podemos decir exactamente dónde nos encontrábamos en el momento en que la noticia nos llegó.

Gerge Maciunas: Flag

El público del Tercer Festival de Performance de Odense (10-14 de septiembre), fue tocado por la noticia en uno de esos momentos cuando el arte y la vida hacen el mismo camino. Después de La bandera de Maciunas del artista francés Jean Dupuys, se levantó una mujer y contó lo que se estaba transmitiendo a todo el mundo mientras se llevaba a cabo la presentación. La bandera de Maciunas es una obra consistente en varias voces e idiomas que trata sobre crímenes contra la humanidad a través de la historia. Un coro que concreta y simultáneamente enumera los genocidio, una misa donde las palabras se trenzan y entrelazan, se cubren unas a otras hasta que lo único que se entiende son cifras: KUBLAI KHAN MASSACRES 10% IN NEAR EAST SPAIN MASSACRES 10% OF AMERICAN INDIANS JOSEPH STALIN MASSACRES 5% OF RUSSIANS NAZIS MASSACRES 5% OF OCCUPIED EUROPEANS AND 75% OF EUROPEAN JEWS U. S. A. MASSACRES 6,5% OF SOUTH VIETNAMESE & 75% OF AMERICAN INDIANS. La obra de Dupuy se basa en una obra de George Maciunas, fundador del grupo internacional de arte Fluxus en la década de los sesenta. Fluxus significa cambio constante; el grupo estaba por la búsqueda de formas alternativas de expressión, que podrían ser entendidas como anti-arte recordando la forma subversiva del arte dadaísta.

Willem de Ridder:
The four faces of Willem de Ridder

Yuan Mor'o Ocampo:
Men can't fly, they levitate

El cuestionamiento a confrontar en el festival de Odense, que inspeccionaba un buen número entre los artistas originales Fluxus, era sobre si los antíguos héroes de la vanguardia artística habían seguido las corrientes nuevas o si más bien se habían quedado estancados en medio del camino. ¿Tiene Fluxus alguna relevancia hoy? ¿Pueden todavía conmover sus ataques contra la jerarquía de valores del arte, a menudo escenificada en forma de "eventos"? El evento, un invento del artista norteamericano George Brecht, consiste en representaciones minimalistamente cortas y minimalistas (a menudo de sólo 30 segundos), desarrolladas a partir de una acción sencilla. Fluxus se divertía desarmando las convenciones artístico-musicales, muy bien vestidos y con gran seriedad asumían la tarea de aserruchar un piano de cola, clavar las teclas y cosas de esas. Agua goteando en un balde o el raqueteo de una pistola de juguete era música. Todo era arte pues el mundo, la historia y Dios tenían la firma de Ben Vautier. Al final del siglo XX el Fluxus fue nuevamente objeto de interés y el grupo ha llegado a ocupar lugar propio en la historia del arte contemporáneo. Sus obras, cuyo centro nervioso se fundamentaba en una critica al idioma dominante y el pensamiento lógico (a juzgar por todas las representaciones llevadas a cabo por el grupo durante el último decenio), han tomado lugar en el discurso de los curadores postmodernistas.

Ben Vautier: I don't know what to do

Sin embargo, muchas de las obras contemporáneas de los artistas Fluxis carecían de importancia, y el elemento de soporte era a menudo el texto (ciertamente en un contextro deconstructivo (como es tradicional en el arte norteamericano de hoy) con secuencias de video. El espectáculo podía tomar el carácter de presentaciones en video, como The Four Faces of Willem de Ridder de Willem de Ridders, con el ar-tista en el escenario silencioso, sentado de espaldas al público. Una técnica simple, presencia física y una repre-sentación amateur (el antiguo sello de Fluxus), ha sido reemplazada por artistas profesio-nales y con técnicas avanzadas. En los casos en que los artistas retoman el evento, como con el popurri de Ben Vauitiers I don't know what to do, dispuesto como un Hit Parade de sus eventos personales favoritos, se vio claramente por qué este movimiento ha pasado a la historia. Vauitiers realizó una fantástica presentación, sin el sello pretencioso, que marcadamente dejaron sentir las presentaciones de sus colegas durante esa semana. El evento es ligero, tiene movilidad y una gracia encantadora; sin gestos grandielocuentes desinfla la pompa y la seriedad. La trama antiautoritaria del evento a veces puede presentar rasgos estudiantiles, pero debido a que existe un tono cargado de seriedad en las obras (una impresión de que a través de la presentación de actos de la vida cotidiana y sonido se puede afinar los sentidos hacia el potencial artístico cotidiano), la obra del grupo se escapa de transformarse en una pura farsa. La Doctora Hanna decía en su charla sobre Fluxus, Fluxus across the Sensory, de cómo el grupo trabajaba a menudo estimulando todos los sentidos en sus obras, aún aquellos que se ubican muy abajo en la jerarquía de sentidos en nuestra cultura (donde la vista toma el primer lugar con sus expresiones visuales, le sigue el oído (música) y bien abajo el sabor (arte culinario). Higgings presentaba el ejemplo de Lick Event de Ben Petterson, un evento que consistía en que una mujer desnuda es cubierta completamente por crema batida, para luego lamerla, vale decir una obra que involucra el sabor, olor y el tacto.

Karl-ChirstianGeleff:
Knitt and Purl

Arahmaiana:
Violence no more

Sin embargo, durante el festival de Odense fue posible constatar que la producción actual del grupo Fluxus, tiene más rasgos de ensayos intelectuales que las vivencias sensoriales que describió Higgins. El festival de Odense reunió unos sesenta artistas quienes llevaron a cabo casi cuarenta presentaciones.

Aparte de la sección histórica de Fluxus, había otra con artistas no occidentales, uno orientado hacia la música y una sección heterogénea con artistas jóvenes. El carácter de las representaciones era cambiante, se presentaban actos similares a cuadros (sucesos sin desarrollo o cambio), como el caso del artista danés Karl-Christian Geleff quien sentado tejía grandes suéteres de lana de metal, trabajos ritualísticos como Violence no more del artista indonesio Arahmaianas, así como representaciones puras de danza de Ingrid Kristensen y Cía.

Fen Ma Liuming

Entre candilejas se encontraba el artista chino Ma Liuming en su Fen-Ma Liuming in Odense en que logra tornar a su favor el problema del exagerado fotografiado que a menudo ahoga las representaciones de performance (la encegueciente luz de los innumerables flashes ilumina los puntos de las escenas con oscuros, donde es imposible lograr silencio por el incesante movimiento y clic de los entusiastas fotografos). La presentación de Ma estaba planteada como un momento fotográfico; se ofrece al público la oportunidad de ser fotografiado al lado del artista totalmente desnudo. Pasivamente se dejaba manipular de cualquier forma, algo que en las presentaciones de Odense llegó a subtonos sadísticos y nos recordaba a Marina Abramovic y su Rhytm0 (1974). La obra de Ma plantea preguntas sobre la representación y hace que el público interactúe, en realidad los mismos integrantes del público son actores en la presentación. En una de las representaciones más memorables, Subbtle Body Performance, la artista sueca Eva Maria Larsson utilizó al máximo el sentido olfatorio, en un grado mucho mayor que en las presentaciones del grupo Fluxus. El aroma de rosas y salvia quemada llenaba el local en un performance que puede ser descrito como una forma ritual de homenaje al cuerpo femenino, pero que se libró de ser convertido en un "new-age kitsch" gracias a la presencia e integridad en el escenario de la artista (algo que desafortunadamente no se pudo ver en todas las representaciones del festival).

Real Fluxus

En las presentaciones de Larsson y Ma se notaba una corporalidad, muy a menudo ausentes de las performances artísticas. La presentación de un cuerpo expuesto y sensible puede funcionar como un órgano percibible a través de los cinco sentidos para el espectador: un cuerpo trasmitiendo sensaciones simplemente con su presencia. Dentro del contexto del festival existen pocas posibilidades de hacerse notar o de desafiar dado que el público, generalmente, está compuesto por gente conocedora que ya lo ha visto todo. Como sea, este tipo de foros son importantes, con su presentación del escenario actual, donde se pueden hacer paralelos históricos y se da la posibilidad del diálogo. Pero no se puede cambiar al mundo desde una posición artística interna.

Las formas de expresión que una vez han provocado y creado nueva terminología, son llevadas rápidamente al interior de un canon artístico para luego ser desarmadas. Tal vez fuera de esos muros existe la posibilidad, en las calles o plazas, en el encuentro con un público curioso. El filipino Yaun Mor'o Ocampo pudo ser testigo de la fuerza y la impresión subversiva que PIPAF (Philippine International Performance Art Festival) tuvo en Manila en 1999, con representaciones ilegales en calles y plazas, que resultó en hostigamiento de parte de la policia y de los militares. A causa de las circunstancias difíciles existentes en Filipinas, consideramos trabajo nuestro, el estar con y dentro del pueblo, de particpar en el Parlamento callejero, contó Ocampo. La esperanza es lo último que se pierde: Gampanan: ¡Hazlo!

(Traducción: Jorge Angel & Ximena Narea)





Box 760, 220 07 Lund - SWEDEN
Tel/Fax: +46 (46) 15 93 07
E-mail: heterogenesis@heterogenesis.com